viernes, 13 de enero de 2012

LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

Dentro de los planes de Dios para nuestra vida, no estuvo el hecho que fuéramos como robot y que estuviéramos esclavizados toda nuestra existencia; sino que tuviéramos libertad, tuviéramos libre albedrio, no obstante, el hombre no adora a Dios, sino que llega un momento en el que adora a seres, a cuadrúpedos que no son dignos de adoración; pero Dios no deja de derramar misericordia, y brinda una oportunidad más, para que el hombre se arrepienta y de esa manera es como hemos llegado a este momento, cuando bajo Su entendimiento y misericordia podemos acercarnos libremente a Su presencia en adoración.

Deuteronomio 30:15-20 LBLA Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal; pues te ordeno hoy amar al SEÑOR tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el SEÑOR tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, yo os declaro hoy que ciertamente pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla. Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia, amando al SEÑOR tu Dios, escuchando su voz y allegándote a El; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
La bondad de Dios nos hace responsables de lo que haremos con nuestra libertad y las consecuencias de nuestras acciones con lo cual podemos alcanzar bendiciones si actuamos bien y maldición si actuamos mal; es por eso que la desobediencia es vista como pecado por lo que podemos hacer con esa libertad.
Deuteronomio 8:2 LBLA Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.
Dios establece entonces límites a una libertad; aunque algunos tienen la idea que la libertad debería ser absoluta; debemos comprender que es entonces donde entra a la regularización que Dios establece en el orden de la libertad y es ahí donde debemos ver lo que la Biblia nos habla respecto a la libertad, porque no podemos vivir sin ley absoluta, sino bajo la ley de la libertad.
Santiago 2:8-13 RV 1995 Si en verdad cumplís la Ley suprema, conforme a la Escritura: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos por la Ley como transgresores, porque cualquiera que guarde toda la Ley, pero ofenda en un punto, se hace culpable de todos, pues el que dijo: "No cometerás adulterio", también ha dicho: "No matarás" Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la Ley. Así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad, porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no haga misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
La escritura nos muestra que el Padre estableció Sus mandamientos en el libro de Exodo y Deuteronomio; después el Hijo toma los mandamientos para ampliar los concepto porque los hombres no asimilaron lo que el corazón del Padre había dicho.
LOS MANDAMIENTOS DEL HIJO
Mateo 5:21-24 RV 1995 "Oísteis que fue dicho a los antiguos: "No matarás", y cualquiera que mate será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga "Necio" a su hermano, será culpable ante el Concilio; y cualquiera que le diga "Fatuo", quedará expuesto al infierno de fuego. "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda.
Los mandamientos del Hijo vienen entonces para ampliar los mandamientos del Padre y que podamos avanzar en el camino de bendición.
LOS MANDAMIENTOS DEL ESPIRITU SANTO
2 Pedro 3:1-2 RV 1960 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles...
Esto nos deja ver que por revelación apostólica; podemos recibir otra ampliación de los mandamientos del Espíritu Santo; esto significa que en ningún momento se contradicen los mandamientos de Dios en Sus 3 personas.
1 Juan 5:2-4 RV 1995 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos, pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos, porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
Una vez más vemos que el cumplimiento de la ley es en amor; ciertamente tenemos libertad, pero esa libertad tiene un fin, un propósito, el cual es que andemos en santidad; de otra forma podemos caer en el mismo error que cayeron los israelitas cuando salieron de Egipto; en ese momento fueron libres, pero por un libertinaje que adoptaron en medio de tanta libertad, volvieron a ser esclavos. Por eso debemos decidir de quién somos esclavos, si por temor al mundo, o por amor a Cristo. Es por eso que si verdaderamente amamos a Cristo, Sus mandamientos guardaremos; no se trata que pasemos cantando todo el día para demostrarle a Dios que lo amamos; sino en la medida que nos guardemos para Dios, en esa medida le estaremos demostrando nuestro amor, y una forma de hacerlo es en obediencia y que cumplamos Sus ordenes y podamos complacer Sus deseos.
Salmos 119:45 RV 1995 Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
Hemos estudiado en otras oportunidades, que el Salmo 119, se compone por 176 versículos en 22 grupos de 8 versículos cada uno; pero lo maravilloso es que cada grupo empieza por cada una de las letras del alefato hebreo y cuando se estudia el significado de cada letra, podemos encontrarnos que cada grupo se relaciona con ese significado. El punto es que el Salmo 119 fue hecho con tal amor que se considera como un acróstico.
Salmos 119:4 RV 1995 Tú encargaste que tus mandamientos sean guardados con esmero.
Los mandamientos de Dios deben ser guardados en todo momento.
Salmos 119:9-11 RV 1995 ¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra! Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviar de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Dios conoce nuestras debilidades, sin embargo confía en nosotros, en que haremos lo que El desea ver en nosotros y lo único que queda en nosotros es no desviarnos de la verdad, no desviarnos de los deseos del corazón de Dios para cada uno de nosotros.
Salmos 119:35-36 RV 1960 Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
Los mandamientos marcan el camino por el que debemos andar, un camino de fidelidad a Dios y a nuestra familia con lo cual estaremos honrando a Dios y a nuestros padres.
Salmos 119:56 RV 1960 Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.
El hecho de guardar los mandamientos de Dios tiene sus beneficios, de igual forma al no guardarlos trae sus consecuencias.
Salmos 119:60-61 RV 1960 Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos. Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley.
Salmos 119:63 RV 1960 Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.
Salmos 119:73 RV 1960 Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Salmos 119:86-87 RV 1960 Todos tus mandamientos son verdad; sin causa me persiguen; ayúdame. Casi me han echado por tierra, pero no he dejado tus mandamientos.
Salmos 119:98-100 RV 1960 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos;
Salmos 119:165-167 RV 1960 Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo. Tu salvación he esperado, oh Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra. Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.
Salmos 119:176 LBLA Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo, porque no me olvido de tus mandamientos.
Quizá nos hayamos desviado del camino en el que Dios desea que andemos; pero los mandamientos de Dios deben estar escritos en nuestro corazón para que el Espíritu Santo nos redarguya en cualquier momento y que por esa misma palabra podamos volver al buen camino, por el camino eterno de santidad y que podamos agradar el corazón de Dios.

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