miércoles, 31 de agosto de 2011

DEPOSITO DE ORACION


DEPOSITO DE ORACIÓN
Dejemos de hacer oraciones de emergencia únicamente, tengamos siempre suficientes fondos en nuestro depósitos de oración para cuando llegue el momento difícil.


Enviaron,  pues,  las hermanas para decir a Jesús: Señor,  he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús,  dijo: Esta enfermedad no es para muerte,  sino para la gloria de Dios,  para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. (Jn 11:3-4)
En muchas ocasiones uno se encuentra con dificultades tan grandes como el problema que tenían Martha y María con la enfermedad de su hermano Lázaro, adversidades que en algunos momentos pensamos que nuestro Señor no se interesara en nuestros problemas y deja que la situación se empeore, tal y como se aprecia que sucedió con esta familia, que a pesar de tener un vínculo muy grande, permitió que Lázaro muriera. 
Las hermanas de Lázaro conocían el vínculo tan fuerte que tenía Jesús con su hermano, la Biblia describe a Lázaro como el que Jesús amaba. Era lógico pensar que El Señor iría de inmediato a sanar a su amigo, al menos las hermanas pensaron que Jesús llegaría a su auxilio inmediatamente, pero ocurrió todo lo contrario, nuestro Señor no se apresuró en llegar, al contrario su amigo Lázaro falleció. 
A pesar de esto vemos que nuestro Señor tiene el control de todo, El sabía muy bien que Dios se habría de glorificar en esta situación, Jesús estaba viendo más allá de la adversidad de ese momento. La recomendación en este momento es no desesperarse, no perder el control de la situación, debemos de saber que nuestro Señor actuará en el momento más preciso, en el tiempo en el cual nuestro Dios sea glorificado y sea de beneficio para nosotros, no en el momento que nosotros queramos. 
Las hermanas de Lázaro dejan notar una intención al mandar a llamar a Jesús, de alguna manera hubieran querido agilizar su llegada mencionándole que el enfermo era Lázaro a quien él amaba,  algunas traducciones de la Biblia dicen: tu amigo amado está enfermo, en cierta forma dirigiendo la oración sentimentalmente, y déjeme decirle que nuestro Dios no se mueve “sentimentalmente”, por el contrario esperó cuatro días más para llegar a donde estaba Lázaro. Él es el Señor, el Absoluto y Soberano Dios, cuando hace algo lo consulta con su voluntad, no por la forma “sentimental” en que podamos hacer una oración. 
La Biblia dice que Jesús se conmovió a tal extremo de llorar, definitivamente amaba a su amigo, se turbó en su espíritu, imagínese por un momento la escena, el dolor que había, el amor que se estaba manifestando, literalmente dice la Biblia que Jesús lloró, yo puedo ver con esto que las lagrimas tienen un poder extraordinario, el llanto y el dolor activaron el poder de Dios, accionaron el espíritu que va más allá a favor de los que Él ama. 
Ahora vamos a poder entender la razón por la cual Jesús se demoró en llegar, algo que no había notado es que El Señor no saca a Lázaro de la tumba antes de haber llorado, Jesús no hace absolutamente nada antes de derramar sus lágrimas, esto nos da una preciosa enseñanza, las áreas de nuestro ser que estén muertas pueden ser restauradas al momento de derramar lágrimas delante de nuestro Dios, el salmista entendió esto cuando escribió: Los que sembraron con lágrimas,  con regocijo segarán. 
Jesús profundamente conmovido da la orden de quitar la piedra, pero está a punto de suceder algo maravilloso, la Biblia al describir este momento dice que Jesús alzó los ojos a lo alto, Jesús ya no quiso ver más la tumba, él levantó su mirada y vio hacia el cielo, de donde podría venir su socorro, ya no miremos más “muerte”, levantemos la mirada, alcemos los ojos y miremos, nuestro socorro viene de Jehová, quien hizo los cielos y la tierra. Debemos de quitar nuestra mirada de lo ‘muerto”, cambiar nuestra visión, cambiar la forma de ver las circunstancias. 
A continuación Jesús dice las palabras que revelan porque a pesar de haberse demorado pudo solucionar el problema de esta familia, “Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto.  Y Jesús,  alzando los ojos a lo alto,  dijo: Padre,  gracias te doy por haberme oído.” (Jn 11:41); Jesús había orado antes, Jesús no dijo, gracias te doy porque me estás escuchando, el Padre ya había anteriormente escuchado las oraciones de Jesús, nuestro Señor tenía un deposito de oración, GRACIAS POR HABERME OIDO. A todos nos conviene tener depósitos de oración y no esperar a que algo suceda, no esperar que llegue el momento de la angustia y nos tome por sorpresa, esta dificultad no tomó a Jesús por sorpresa, Él había orado con anticipación y sabía de antemano que Lázaro se levantaría. 
No será que a nosotros nos está haciendo falta un poco de oración y las angustias y dificultades nos están tomando por sorpresa, con nuestra cuenta de oración vacía? Él mismo Dios es el que dejó establecido que debíamos de clamar a él, y que él nos respondería. Dejemos de hacer oraciones de emergencia únicamente, tengamos siempre suficientes fondos en nuestro depósitos de oración para cuando llegue el momento difícil y saber con exactitud lo que nuestro Padre en su perfecta voluntad hará. 
Aunque el “muerto” tenga cuatro días, si bien sienta que ya no hay solución, o digan que ya tiene mal olor y pareciera imposible de levantarse, nuestro Dios ha de levantarlo si disponemos de un depósito de oración. La Biblia dice que nuestras oraciones son guardadas en copas de oro “Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. (Ap 5:8) 
Mi recomendación es acumular oración en esas copas de oro, para el oportuno socorro, no esperar a orar cuando la dificultad o la adversidad lleguen, todo lo contrario estar preparados y tener un saldo a favor en nuestras oraciones.


PASTOR MARCO ANTONIO MENENDEZ


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