domingo, 28 de agosto de 2011

LA TRANSFIGURACION

Domingo, 28 de Agosto de 2011 17:07


Mateo 17.1-9


Ésta es la promesa de que en un estado Sumo de santidad podemos ser el espejo de la Gloria de Dios, 2ª Corintios 3.18 dice: “mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”, este es el testimonio fiel y verdadero de que las promesas de Dios para tu vida se cumplen tienen su revelación y manifestación final en tu vida en una vida consagrada, despojada de los quehaceres mundanos, arrojada en los tiernos brazos de Jesús… este es el grado sumo, el nivel máximo que podemos alcanzar en la tierra, la transformación transfigural donde el espíritu es superior a la carne, donde el poder de la gloria y magnificencia de Dios en la vida del ser santificado tiene la mayor ocupación, donde Dios tiene su total esplendor en la vida, donde no existen resquicios o pensamiento alguno del mundo o la maldad o la materia, donde Cristo Jesús dio testimonio de su vida, de su santidad, de su esencia, de su deidad.


Éste es el momento cumbre que ha de manifestarse en esta vida o al toque de la final trompeta…





Mateo 17.1-9


 Sueño que un día este pueblo se levantará y pondrá en práctica el verdadero significado de su credo; sueño que un día los que alguna vez fueron esclavos del pecado y nosotros nos sentemos a la mesa de la fraternidad; sueño que algún día los estados que son consumidos por la opresión se transformarán en un oasis de libertad y justicia; sueño que un día “todo valle será encumbrado y todo monte será rebajado; los lugares agrestes serán allanados y las sendas torcidas serán enderezadas; y toda carne verá la manifestación de la Gloria de Jehová”. Sueño que algún día “el derecho corra como agua y la justicia como arroyo permanente”.


Con éstas citas bíblicas culminaba el discurso del señor Martin Luther King, que le valió el Premio Nobel de la Paz en su época y que lo convirtió en un ícono de la lucha por el pueblo afro-americano estadounidense; tiempo después fue asesinado; ése fue su momento más importante, ése fue su momento cumbre el lograr exponer ése discurso “I dream”.


Se ha creído que el hombre finito tiene muchas posibilidades y argumentos para salir adelante, se ha creído que el hombre tiene la capacidad para crecer, para hacer el bien para superarse; humanamente muchos tergiversan el hecho de un éxito momentáneo con la felicidad, otros tantos buscan satisfactores terrenales para llenar una vida vacía y a veces sin sentido; para muchos eso es su plenitud (si es que hubiera para los incrédulos una definición de ésa palabra), para ellos ésa es su felicidad.


Por mucho tiempo he considerado y estudiado de manera muy personal que éste hecho sobrenatural del que fue sujeto la persona de nuestro Señor Jesucristo es el punto máximo que el creyente apartado y consagrado a Dios puede lograr a alcanzar, un punto mayor a la Plenitud, el punto máximo de la Santidad terrena.


Es cierto el camino es arduo, un camino que comienza con la salvación que lleva a la madurez del creyente para desarrollar el fruto del espíritu y así alcanzar los dones espirituales; es cierto hay adversidad y luchas y penas y problemas pero más grande es Dios, más grande es su Amor, más aún cuando se llega a estos niveles pues desarrollados se llega a la plenitud y el punto superior, el punto extremo que nuestro Señor Jesús nos dio ejemplo estando en esta carne, en este mundo se llama Transfiguración.


Para muchos verdaderos exégetas, para muchos verdaderos maestros y teólogos ése fue un hecho que sólo correspondió a la persona más santa, más pura, más fiel, más amorosa que pisó la faz de éste planeta y que partió la historia y le dio un rumbo diferente; y aunque muchos me han llamado obstinado y terco, al respecto creo y confieso firmemente las palabras de mi Maestro “… el que cree en mi todas estas cosas hará y mayores obras que éstas haréis…” y así lo creo y lo predico y en eso reflexiono.


Puedo hablar de tres hechos trascendentales: El contexto, el hecho y el significado espiritual y terrenal; y espero no aburrirlos y ante todo ser de bendición.


En la última parte del ministerio de Jesús se dedicó a capacitar a sus discípulos, dejó la enseñanza de multitudes de miles o centenares de gentes por una enseñanza más íntima, más cercana a sus discípulos, a sus siervos, a sus amigos, a ellos enseñó la necesidad imperiosa de entregar su vida para ganar el reino de los cielos Mateo 16.24-26. Estando en Cesarea de Filipo el impetuoso Pedro reconvenía al Señor diciendo “no te mueras, nada de esto te acontezca” y el Señor lo reprendió y marcó la diferencia entre los que simpatizan con el cristianismo tal vez son salvos y quiénes son sus siervos, sus amigos, sus instrumentos de poder, “…¿porqué de que me servirá ganarme el mundo y perder mi alma?”; el maestro divino enseñó a sus amigos a ir como ovejas en medio de lobos, enseñó que ÉL (Jesús) cumplió la Torá y las profecías, y no por ello la sagrada escritura está abrogada sino que la palabra de Dios permanece para siempre, enseñó cómo sacar fuera demonios, hacer milagros, discernir espíritus, tan grande y perfecta fue la enseñanza que al regresar al discipulado muchos regresaban maravillados que hasta decían: “… aún los demonios se nos sujetan…” a lo que Jesús comentó: “No se alegren de que los demonios se les sujetan, más bien alégrense de que sus nombres estén escritos en el Libro de la Vida”.


Dice Lucas que ocho días pasaron, Mateo y Marcos dicen que seis, hasta que aconteció lo sobrenatural y después de ese evento las instrucciones precisas a los discípulos eran más claras, más evidentes, más fuertes, en ocasiones tomaba a parte a su círculo íntimo (Pedro, Jacobo y Juan) y se los llevaba a orar, les instruía en la oración como el medio más eficaz y poderoso para acercarse delante de la presencia del Padre celestial. Lucas 9.28-29 ¿en qué momento la apariencia del rostro de Jesús se hizo otra? ¿En qué momento se volvieron blancos y resplandecientes los vestidos de Jesús? R: En la oración. Porque a través de la oración se derriban muros y se rompen las cadenas y ataduras del pecado y la muerte.


Y de pronto una manifestación gloriosa dicen los versos 2 y 3 del capítulo 17 de Mateo que teológicamente se liga la conexión entre el Antiguo y Nuevo Testamento, y se establece una relación por medio de la Shekinah acompañada por la voz potente del Padre Celestial y los íconos del antiguo pacto (el instrumento de la Ley y la representación de la Profecía). Recordemos que aquella nube que guiaba al pueblo de Israel durante el día y la columna de fuego durante la noche era la Shekinah de JHWH, la misma presencia de Dios que cuando se manifestaba en el Antiguo Testamento hacía temblar la tierra por el poder y la potencia incontenibles del Dios todopoderoso. Y la conexión del Pacto antiguo se manifestó en las personas de Moisés y Elías aquellos dos invitados de honor quienes sus cuerpos fueron arrebatados y que representan el cumplimiento del viejo Pacto no desechado sino cumplido en la persona Gloriosísima de Jesucristo el autor de Nuevo pacto y que unido conforman un estado sumamente especial del cumplimiento divino, un estado terreno de plenitud espiritual, un estado sublime de la manifestación Espiritual en un reino material, porque además también este es el pacto del Espíritu sobre la tierra porque ÉL también da testimonio porque el Espíritu es la verdad y dice 1ª Juan 5.11 “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.” Este acontecimiento tiene su confirmación más adelante en el Getsemaní con los mismos tres discípulos con una manifestación celestial y con el elemento divino de la oración… todo, todo preparado para el sumo sacrificio, todo listo para el cumplimiento del propósito de Dios, todo dispuesto al cumplimiento de todo lo escrito en la ley, todo lo profetizado y vivido por parte de la segunda persona de la divina trinidad, el Verbo de Dios, la luz que vino a este mundo.





Una de las lecciones más tremendas aquí es la relación del sufrimiento venidero y la gloria presente y futura de la que Jesús es el elemento principal; es el mismo tipo de padecimiento que tiene el creyente: un sufrimiento presente pero luego la redención y gloria futura del autor de la salvación. Otra lección muy importante es el elemento del monte, algunos creen que fue el monte Tabor, pero otros muchos dicen que fue el monte Hermon el cual sería más preciso en señalar, ante todo por lo que representa: un tiempo de retiro, de renovación, un tiempo de preparación espiritual, un tiempo donde Dios capacita a los aguzados en el espíritu… muchos hemos tenido esas experiencias cuando nos hemos apartado del estrés, de la rutina de los reveses de la vida cotidiana, para tener un tiempo de comunión con nuestro Creador, con nuestro Maestro, y esas experiencias son tan hermosas que muchas veces no queremos regresar a la realidad, es tan especial tan poderosa que quisiéramos permanecer allí contemplando la hermosura de nuestro Señor, viviendo la bendición que el Santo Espíritu está derramando sobre nosotros y que quisiéramos que fuera interminable… Pero el principio básico es: “…levántate, sal al campo y allí hablaré contigo…” y eso sucedió en ese momento, Dios habló con el hombre corriente representado por los discípulos, el cumplimiento de la Palabra de Dios se cumplió en las personas de Elías y Moisés… La presencia de Dios prometida representada en la investidura gloriosísima de Cristo Jesús; pero parte de la enseñanza acá es: ¿obtuviste la bendición? Tienes que ministrar a otros con bendición, el tiempo Dios te lo dará, pero no puedes quedarte con algo que el Espíritu Eterno te ha dado, ¡tienes que compartirlo, tienes que ministrarlo!! En el campo o en la cima del monte podrás sentirte como un gigante lleno del conocimiento de Dios, y podrás serlo pero deberás volver para ministrarlo y ser de bendición de lo contrario serás un gigante-enano, “gigante” porque tienes el conocimiento pero “enano” porque el egoísmo y la soberbia superaron la bendición que Dios te dio. Así pasa en este lugar, cuando toman un tiempo para dedicarlo a nuestro Dios ustedes están llegando al monte, están viviendo en el monte, han sido puestos en una Peña alta y al momento de volver a su cotidianidad deben de demostrar con hechos y con palabras que han estado en la misma presencia de Dios. El teólogo A.M. Ramsey comento este evento como: “el espejo en el que se refleja el misterio de la unidad cristiana, el momento donde el antiguo y nuevo pacto son inseparables, que el tiempo que la Gloria de Dios vendrá ya está aquí, que nuestra naturaleza humana tiene un destino de Gloria, que en Cristo es proclamada la palabra final y que sólo en Jesús y a través de Jesús el Padre celestial tiene complacencia.”





Transfiguración-Metamorfo-Transformación, <nunca más seré igual al salir de éste santísimo lugar> así dice un canto maravilloso entonado en este santo lugar ¿han sido iguales sus vidas? ¿Han sufrido una transformación, una evolución?


Ésta es la promesa de que en un estado Sumo de santidad podemos ser el espejo de la Gloria de Dios, 2ª Corintios 3.18 dice: “mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”, este es el testimonio fiel y verdadero de que las promesas de Dios para tu vida se cumplen tienen su revelación y manifestación final en tu vida en una vida consagrada, despojada de los quehaceres mundanos, arrojada en los tiernos brazos de Jesús… este es el grado sumo, el nivel máximo que podemos alcanzar en la tierra, la transformación transfigural donde el espíritu es superior a la carne, donde el poder de la gloria y magnificencia de Dios en la vida del ser santificado tiene la mayor ocupación, donde Dios tiene su total esplendor en la vida, donde no existen resquicios o pensamiento alguno del mundo o la maldad o la materia, donde Cristo Jesús dio testimonio de su vida, de su santidad, de su esencia, de su deidad.





Éste es el momento cumbre que ha de manifestarse en esta vida o al toque de la final trompeta, porque seremos arrebatados, y seremos transformados en un abrir y cerrar de ojos, con unos cuerpos glorificados; y aunque en esta vida padezcamos, y aunque en esta vida no tengamos riquezas sabemos que allá en la Gloria tenemos nuestra mansión. Y si fuera antes y si Dios quisiera arrebatarnos y transformarnos como a Enoc, o como a Elías, sábete que ellos también fueron hombres sujetos a pasiones como las nuestras, pero lo que cambió sus vidas fue la comunión, el compromiso con Dios, la oración con Dios.


Quisiera terminar con lo más importante el uso de los versos 6 y 7 del discípulo del apóstol Pedro, Marcos, capítulo 9 que dice: “Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: éste es mi Hijo amado, a ÉL oíd”, el evangelista Lucas lo describe en el v.34, c.9 “…vino una nube que los cubrió; y tuvieron gran temor al entrar en la nube” y el evangelista Mateo escribió c.17 v.5-6 “…una nube los cubrió y una voz desde la nube que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a ÉL oíd. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor” y quiero interpretar esto: Éxodo 33.18-23 Así pasa en Eben-Ezer… cuando esté orando ponga su mano sobre sus ojos y aún con los ojos cerrados con toda la Fe, con toda su confianza, con toda su mente y corazón CREA que está sobre ese monte, crea que está sobre esa Peña porque allí el Señor hablará contigo… y si se quiere poner usted rebelde como yo, dígale como su siervo Moisés: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no me saques de aquí” y aférrese a esa bendición y diga como el Patriarca: “no te dejo si no me bendices” y CREA en el nombre de Jesús que Dios le contesta diciendo: “…te he conocido por tu nombre y has hallado gracia en mis ojos” y halle gracia a través de la oración y tome fuerza tu corazón y aliéntese tu espíritu a través de la oración, porque Dios es todo Amor, y descanse en ÉL porque ÉL está aquí.


Allí comienza la transfiguración, así comienza la metarmorfó que es lo que cambia al hombre y a la mujer necesitados, al hombre y a la mujer que buscan que anhelan que quieran más de Dios, que necesitan una respuesta, que desean cambiar el rumbo de sus vidas, que necesiten consuelo allí en la oración está la respuesta. Le sucedió a Ana (madre de Samuel), le sucedió a María (madre de Jesús) le ocurrió a Salomón, a David a Moisés, a los discípulos en el momento más oscuro, una sombra los cubrió, cuando un velo, una mano, cuando una sombra estaba puesta delante de ellos, cuando tuvieron miedo, llegó, se manifestó, la Gloria Poderosísima de Dios, cuando todo estaba oscuro, cuando había sombra, cuando ya no sabemos hacia a donde ir porque hay oscuridad lo único que hicieron fue inclinar su servís, humillar su vida y entregar un contrito corazón y la respuesta de Dios no tardó. Porque ÉL los ama como a ti también te AMA.


En aquel día a aquellos hombres les fueron quitadas las vendas de sus ojos, y les fue revelada la mismísima Gloria de Dios, y ahora tú sabes que ese monte está aquí.





AMEN

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